Ir al contenido principal

Romance de la niña triste


Pensando en Raúl Ferrer...
(Voy a aprender a escribir/ guajirita desdeñosa/para ponerte una cosa/que me da pena decir. / Qué doloroso sentir/ que llevo dentro un jilguero/ cantándome: —Compañero,/ toma lápiz y papel/ y escribe: “Guajira cruel,/ si no me quieres me muero”).


Niña es la niña no inscrita
En historietas de hadas.
Niña se monta en el viento
Y corre como las balas...
Niña vive y libre vuela
Sin necesidad de alas,
Niña nada en lo profundo,
Cerca de las mantarrayas
Y se trepa por las sogas
Sin imaginar las llagas
Que después le han de salir
En sus manos coloradas.
Niña que juega a ganar,
Va a jugar y solo gana,
Niña, sonrisa de niña,
Respira hondo y exhala 
Niñez preciosa y robusta
Que no cabe en una sala.
Niña que al pasado mira
Mientras al futuro clama
Porque el presente se extinga
Y le devuelva las alas,
Para correr más que nadie,
Para vestir batablanca
Y sanar a cada niña
Que tal cual ella se abata.
Niña allá en el horizonte
En los gajos de las matas
Con sus piececitos sucios
De tierra limpia, mulata.
Ay, niña, cuán ancho el monte
Y qué estrechita tu sala,
Qué calor hace en las noches
Y tú, niña, no te escapas
A la música de un parque,
Niña, tu cabeza rapas,
Niña ¿qué fuiste, serás?
¿Qué eres hoy en esta cama?
¿Una cifra en el registro?
¿Un caso en carpetas planas?
¿Una mujer que supone
Que jamás tendrá una cana?
No, niña, tú no eres eso,
Tú eres rabia y esperanza,
Eres un sueño en conflicto,
Una lucecita clara,
Un amenaza terrible,
Una fe que se declara
En huelga de vidacruda
Hasta que las fuerzas fallan.
Cuando vengan a buscarte
Miraré a la guardarraya
Y les diré que te fuiste
Al monte a buscar guayabas,
A hincarte los pies descalzos,
Manchar de fango la saya,
Pero que ya no cabías
En tu pequeñita sala.
Niña se monta en el viento,
Pero esta vez…
                          va con alas.

ME

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mejilla seca

Tomo asiento en la calle Que antes de ayer no existía Y veo pasar rostros Que no son mis rostros Y miradas Que no son mis miradas. Quiero preguntar Si acaso eres tú, ¿Me reconoces? Mientras una desconocida Guiña un ojo, Sonríe, dice adiós Y se pierde entre el resto. Pongo ceño arrogante, Bebo un sorbo, Prendo el siguiente cigarro, Alguien me ve, Se asombra, da la mano un beso... Hace años que un hombre No me besa el rostro. La última vez, Miami tenía menos gente, España, Uruguay, México, Chile... Los hombres que besaban mi rostro Se marcharon un día Y al siguiente Prometieron no volverme a besar. Creo entenderlos Y hasta los perdono. Quizás, yo mismo no les volvería a dar   el cuero de mi mejilla, Mas sería mentir Gruñir que no los quiero. Regresé... y no me encuentro. Ni los... Y hasta los gatos de mi vieja casa Parecen tener Más casa Cuando en un tiempo Inmóviles quedan Y al segundo Corren, Como gritando: Tú quién e...

Miserable oferta

Por: Mario Ernesto Almeida Bacallao  ___________ Aunque me adviertas débil y supongas que el vencerme sea sencillo, aunque mis dientes amenacen con desaparecer antes de tiempo y mis manos, huesudas, anuncien con temblor el ansia, te prometo no caer. Por mi sangre corren los ya no muertos, dispuestos todos, y todas, claro está, a tomar por suyas mis manos y por suyos mis dientes y por suyos mis ojos. Sin alardes de macho proveedor, saldré a la caza y la pesca, sembraré un árbol o cuatro o dieciséis y regresaré a la cueva con algo entre las manos, manos apenas mías que ya ni débiles serán, como yo, que tampoco seré débil para entonces. Calculando tiempos agrios, miserablemente eso te ofrezco: la supervivencia. De los pasajes de avión, la carne de unicornio y el clima nevado para noches de lava... tendrás que ocuparte tú, aunque a mi abuelo, el viejo cromañón, la honra le duela. Tuyo nunca, camarada.           ...

Canción del amigo

  Poco te recuerdo: Sin embargo, ahora, quiero elevar un canto enorme de palomas y cantar a tu regreso, que presiento durará un tiempo. Dos años ya es mucho, mucho tarda tu retorno. ______ Poema de Javier Heraud                                                                                                    A Degenhart Briegleb,                                                                                                   dégale para algunos   1 Caminamos mucho tiempo juntos, juntos l...