Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2021

Respuesta necesaria a una décima atrevida

Por Mario Ernesto Almeida ________ Alguien compartió en el siguiente grupo de Telegram  (muy bueno el grupo, por cierto) estas décimas que son, por lo bajito, atrevidas: Mis respetos para Arián por el intento de rima pero estoy yo en la tarima con mi traje de Alazán. Sus décimas creo que están dolidas por mi victoria. Le refresco la memoria: esto no es improvisado a Matanzas le he ganado ¡dos veces en esta historia! No se ponga complejista si le dicen "lagartija" ni por el chucho se aflija como humano pasionista. Salga a jugar optimista, exprese sus emociones. Sé que no tiene ya opciones pero respete al rival, que ha demostrado al final, que le sobran pantalones. Son campeones, es verdad, pero ha llegado el relevo, que les ganó cada juego con coraje y humildad. No lo escribo con maldad, hemos sido superiores. Y sin violar los honores demostramos desafiantes: que no somos elefantes, mucho menos leñadores. Y si les toca mañana  a ustedes el festejar los voy a felicitar con en

Aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto (Pablo, Miguel y Federico)

Por Leonardo Depestre Catony ________ Puede el lector pensar que conformar un trinomio integrado por Pablo de la Torriente Brau, Miguel Hernández y Federico García Lorca es asunto tan forzado como “meter a La Habana en Guanabacoa”. Mas no es así, ya lo verá. Primer acto. En marzo de 1930 Federico visitó Cuba, se detuvo en ella por varias semanas, hasta el 12 de junio, y la recorrió hasta Santiago. Uno de sus anfitriones en La Habana fue José María Chacón y Calvo, quien sería padrino de la boda de Pablo celebrada en julio de aquel mismo año. Las fotografías de Federico y de José María atestiguan la amistad surgida entre ellos. Y aunque no hemos encontrado una sola palabra escrita de Pablo sobre el poeta granadino, es casi imposible que desconociera de una visita que dio mucho y muy bien que hablar. Además, Pablo era un joven demasiado enterado de cuanto acontecía para pasar por alto un acontecimiento de trascendencia literaria y más allá, cultural. Cuando Lorca es fusilado, en el vera

Carta a un hombre preso

  Por Mario Ernesto Almeida Bacallao _________ ¿Te siguen llamando por tus siete letras? ¿Te vieron llorar? ¿Te juzgaron antes de entrar al juicio? ¿Has sentido igual que siempre el frío, el hambre, el miedo? ¿Te permitieron decir «perdón»? ¿Hablaron de pagar? ¿Preguntaron con qué sueñas? A los chamacos del barrio nos cuadraba Moneda Dura. Nos parecía contestataria, valiente, que hablaba claro en una etapa de nuestras vidas en la que los abuelos intentaban convencernos de que la mejor forma de sobrevivir era ver, escuchar y callar. Aunque no recuerdo el momento preciso, estoy casi seguro de que tú –quién no– tarareaste «La primera piedra», acaso sin sospechar que un día estarías como Yoel: tirado bocarriba en una litera, con la luz apagada, luego del mal paso, la equivocación, con casi 24 años e inquilino de la máxima expresión histórica de una jaula. No fue lo que planeamos. Ninguno, mientras nos lanzábamos en tablas montadas en cajas de bolas por la lomilla de Mujica hasta el entro

Ha llegado el momento trascendental de hacer el ridículo

Texto de Alejo Carpentier ___ Pocas cosas teme tanto el hombre como el ridículo. Y en nuestra época, una de las maneras de hacer el ridículo está en dar muestras de credulidad. El crédulo –es decir, el hombre de buena fe– resulta un elemental y un primario, y por ello tantos semejantes nuestros se creen obligados a pasar por listos, porque la viveza es antídoto del ridículo.  Pero la vida –la historia– está llena de verdades elementales y primarias. De hechos y casos que están al alcance de todas las inteligencias, y que la buena lógica de pies en tierra analiza sin dificultad. Esta buena lógica sana observó, en los años que siguieron la paz de 1918, que lops vendedores de armamentos organizaban guerras donde les era posible hacerlo, para abrir mercado a su lucrativa industria. Esa buena lógica se conmovió al ver combatir en España legiones italianas y alemanas. Esa buena lógica denunció hace tiempo a las doscientas familias que retenían toda la riqueza de Francia, como sospechosa de

Canción del amigo

  Poco te recuerdo: Sin embargo, ahora, quiero elevar un canto enorme de palomas y cantar a tu regreso, que presiento durará un tiempo. Dos años ya es mucho, mucho tarda tu retorno. ______ Poema de Javier Heraud                                                                                                    A Degenhart Briegleb,                                                                                                   dégale para algunos   1 Caminamos mucho tiempo juntos, juntos llegábamos al colegio, juntos dejábamos la bicicleta, peleábamos juntos, hablábamos, jugábamos, reíamos juntos como siempre y como ahora.   2  Es imposible  situarte  exactamente.  No  recuerdo el  preciso momento  en que nos  vimos,  seguramente  fue en las  aguas mutuas de  la infancia. (Un banco, una pequeña carpeta, no sé). Pero mucho tiempo hemos andado juntos: años que parecen otoños fríos, días como rayos, fuegos como imágenes.   3 Pero ya no me acuerdo de ti. Es claro todos pueden decirme, qu

Registro nocturno

  21/3/2021 // 12:55 am Me han descubierto. Después de dos años, los vecinos ya saben quién soy y a qué me dedico.  Han entrado a la casa. Encontré un cabo de cigarro al pie del sofá. Odio el tabaco.  Otros: La condena y el hambre La perra, el trombón y la noche Texto e imagen: Mario E.

Historia de las sillas

Silvio Rodríguez (Óleo: Gloria Abellán Romero) ____________ En el borde del camino hay una silla,  la rapiña merodea aquel lugar.  La casaca del amigo esta tendida,  el amigo no se sienta a descansar.  Sus zapatos, de gastados, son espejos  que le queman la garganta con el sol. Y a través de su cansancio pasa un viejo que le seca con la sombra el sudor. En la punta del amor viaja el amigo, en la punta más aguda que hay que ver. Esa punta que lo mismo cava en tierra que en las ruinas, que en un rastro de mujer. Es por eso que es soldado y es amante, es por eso que es madera y es metal. Es por eso que lo mismo siembra rosas que razones de bandera y arsenal. El que tenga una canción tendrá tormenta, el que tenga compañía, soledad. El que siga un buen camino tendrá sillas peligrosas que lo inviten a parar. Pero vale la canción buena tormenta y la compañía vale soledad. Siempre vale la agonía de la prisa, aunque se llene de sillas la verdad. Otras letras de Silvio: Tu fantasma  / El probl

La perra, el trombón y la noche

Por Mario Ernesto Almeida  #CosasDeAmalia _____ El trombón suena tres veces al día: una hora después del almuerzo; luego, sobre las cinco o seis de la tarde; y a treinta minutos de haberse sucedido la comida. En el segundo margen de intentos, la perra estira las patas delanteras, dobla las de atrás y, hocico al cielo, busca afinar con los últimos agudos que emite, en cada ráfaga, el dichoso instrumento.  El trombón y los aullidos de la perra pueden sobrevenir, en realidad, a cualquier horario, pero solo coinciden en aquel donde la oscuridad comienza a asomar por la esquinas y en que las penumbras sedientas de luz, con sus fauces mojadas de leve rabia, insisten en acorralar al sol contra las lomas de allá, donde se ve el “borde” del mundo. Con tanta fiereza acorralan… que el sol –dicen que rey– continúa huyendo y por acá solo nos queda la noche y el trombón y la perra, con al menos un alarido parejo y coordinado entre los tres, después del cual, ya lo explicaba, se sigue ladrando, toc

Adiós mi Matanzas bella

Por Lázara Bacallao González ________ Adiós mi Matanzas bella, hasta que te vuelva a ver, Guarda muy bien de los míos, Traigo mares a mi anden.  Refugia tú mis tristezas, baña de brisas mi piel. ¡Me voy con aires de buena, regreso al atardecer! Matanzas/ Vía Blanca. 1:21pm.10/3/2021

La condena y el hambre

***Cuento finalista en el XIII Concurso de Minicuentos "El Dinosaurio"*** Por Mario Ernesto Almeida Bacallao _____ Ensartó en su anzuelo una lombriz que había encontrado, media hora atrás, comiendo la tierra superficial que apenas pudo condimentar el rocío. “Días duros para todos”, había pensado Asmidia en su camino al mar. El lance avanzó buen tramo antes de hundirse y Asmidia sintió en sus dedos la vibración del plomo y del cordel cortando el agua, la misma vibración que atrajo al pez que venía “quemando cola” por el borde del canto del veril.  La marejada lo había obligado a guarecerse por días sin comer. Reconoció al anzuelo, a la lombriz. Pez viejo, sabiondo… pero pez hambriento. “Eres perfecto”, murmuró Asmidia. Buscó el carrete de pescar al vivo y atravesó el lomo del pez con el anzuelo más recio que encontró. “¡Anda! ¡Ve!”.  Cuando Oiram vio aquel peje inmenso nadando sin fuerzas en la caleta, se echó al agua. Llevaba cinco meses vagando por la costa. Desnudo como a

Cae nieve en Sabanilla

 Por Mario Ernesto Almeida Bacallao ______________________ Yo crecí corriendo el monte fangoso de Sabanilla , trepando matas de cocos, pescando en alcantarillas, soñando con papalotes, inventando sus varillas entre majaes y ranas, chipojos y santanillas. Dijeron recientemente, con científica risilla: «Es imposible que neve» y reparé en Sabanilla. En noches de frialdades recuerdo mis pantorrillas arañadas por la zarza, o mis sangrantes rodillas caídas al pedraplén, llorosas por la gravilla. Mas, también vienen a cuento Insólitas maravillas: yo crecí viendo la nieve sin salir de Sabanilla. Cuando a todos hice el cuento en la escuela se reían, pero sé que me envidiaban porque de nieve sabía. «¿Qué sabe un niño cubano De nieves?», me repetían. «Lo sé todo, yo la he visto», ripostaba… y no mentía. Mis amigos de la escuela sólidas pruebas pedían mas, les dije que la nieve era como luz del día: había que salir pa’ verla y de atraparla… moría. Pobres quienes no creyeron, no saben de poesía: