Imagen: Palabra Abierta Sonetos a la Virgen I Deípara, paridora de Dios. Suave La giba del engañado para ver Tuvo que aislar el trigo del ave, El ave de la flor, no ser del querer. El molino, Deípara, sea el que acabe La malacrianza del ser que es el romper. Retuércese la sombra, nadie alabe La fealdad, giba o millón de su poder. Oye: tú no quieres crear sin ser medida. Inmóvil, dormida y despertada, oíste Espiga y sistro, el ángel que sonaba. La nieve en el bosque extendida. Eternidad en el costado sentiste Pues dormía la estrella que gritaba. II Sin romper el sello de semejanza, Como en el hueco de la torre nube Se cruza con la bienaventuranza. Oh fiel y sueño del cristal que pule Su rocío o el árbol de confianza, Reverso del Descreído pues si sube Su escala es caracol o malandanza, Pira gimiendo, palabra que huye. Para caer en tu corona alzada, Los ángeles permanecen o se esconden, Ya que tú oíste la luz causada Por el cordero que la luz descorre Para ofrecer lo blanco a la nevada, ...