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Respuesta necesaria a una décima atrevida

Por Mario Ernesto Almeida ________ Alguien compartió en el siguiente grupo de Telegram  (muy bueno el grupo, por cierto) estas décimas que son, por lo bajito, atrevidas: Mis respetos para Arián por el intento de rima pero estoy yo en la tarima con mi traje de Alazán. Sus décimas creo que están dolidas por mi victoria. Le refresco la memoria: esto no es improvisado a Matanzas le he ganado ¡dos veces en esta historia! No se ponga complejista si le dicen "lagartija" ni por el chucho se aflija como humano pasionista. Salga a jugar optimista, exprese sus emociones. Sé que no tiene ya opciones pero respete al rival, que ha demostrado al final, que le sobran pantalones. Son campeones, es verdad, pero ha llegado el relevo, que les ganó cada juego con coraje y humildad. No lo escribo con maldad, hemos sido superiores. Y sin violar los honores demostramos desafiantes: que no somos elefantes, mucho menos leñadores. Y si les toca mañana  a ustedes el festejar los voy a felicitar co...

Aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto (Pablo, Miguel y Federico)

Por Leonardo Depestre Catony ________ Puede el lector pensar que conformar un trinomio integrado por Pablo de la Torriente Brau, Miguel Hernández y Federico García Lorca es asunto tan forzado como “meter a La Habana en Guanabacoa”. Mas no es así, ya lo verá. Primer acto. En marzo de 1930 Federico visitó Cuba, se detuvo en ella por varias semanas, hasta el 12 de junio, y la recorrió hasta Santiago. Uno de sus anfitriones en La Habana fue José María Chacón y Calvo, quien sería padrino de la boda de Pablo celebrada en julio de aquel mismo año. Las fotografías de Federico y de José María atestiguan la amistad surgida entre ellos. Y aunque no hemos encontrado una sola palabra escrita de Pablo sobre el poeta granadino, es casi imposible que desconociera de una visita que dio mucho y muy bien que hablar. Además, Pablo era un joven demasiado enterado de cuanto acontecía para pasar por alto un acontecimiento de trascendencia literaria y más allá, cultural. Cuando Lorca es fusilado, en el vera...

Carta a un hombre preso

  Por Mario Ernesto Almeida Bacallao _________ ¿Te siguen llamando por tus siete letras? ¿Te vieron llorar? ¿Te juzgaron antes de entrar al juicio? ¿Has sentido igual que siempre el frío, el hambre, el miedo? ¿Te permitieron decir «perdón»? ¿Hablaron de pagar? ¿Preguntaron con qué sueñas? A los chamacos del barrio nos cuadraba Moneda Dura. Nos parecía contestataria, valiente, que hablaba claro en una etapa de nuestras vidas en la que los abuelos intentaban convencernos de que la mejor forma de sobrevivir era ver, escuchar y callar. Aunque no recuerdo el momento preciso, estoy casi seguro de que tú –quién no– tarareaste «La primera piedra», acaso sin sospechar que un día estarías como Yoel: tirado bocarriba en una litera, con la luz apagada, luego del mal paso, la equivocación, con casi 24 años e inquilino de la máxima expresión histórica de una jaula. No fue lo que planeamos. Ninguno, mientras nos lanzábamos en tablas montadas en cajas de bolas por la lomilla de Mujica hasta el e...

Ha llegado el momento trascendental de hacer el ridículo

Texto de Alejo Carpentier ___ Pocas cosas teme tanto el hombre como el ridículo. Y en nuestra época, una de las maneras de hacer el ridículo está en dar muestras de credulidad. El crédulo –es decir, el hombre de buena fe– resulta un elemental y un primario, y por ello tantos semejantes nuestros se creen obligados a pasar por listos, porque la viveza es antídoto del ridículo.  Pero la vida –la historia– está llena de verdades elementales y primarias. De hechos y casos que están al alcance de todas las inteligencias, y que la buena lógica de pies en tierra analiza sin dificultad. Esta buena lógica sana observó, en los años que siguieron la paz de 1918, que lops vendedores de armamentos organizaban guerras donde les era posible hacerlo, para abrir mercado a su lucrativa industria. Esa buena lógica se conmovió al ver combatir en España legiones italianas y alemanas. Esa buena lógica denunció hace tiempo a las doscientas familias que retenían toda la riqueza de Francia, como sospechos...

Canción del amigo

  Poco te recuerdo: Sin embargo, ahora, quiero elevar un canto enorme de palomas y cantar a tu regreso, que presiento durará un tiempo. Dos años ya es mucho, mucho tarda tu retorno. ______ Poema de Javier Heraud                                                                                                    A Degenhart Briegleb,                                                                                                   dégale para algunos   1 Caminamos mucho tiempo juntos, juntos l...

Registro nocturno

  21/3/2021 // 12:55 am Me han descubierto. Después de dos años, los vecinos ya saben quién soy y a qué me dedico.  Han entrado a la casa. Encontré un cabo de cigarro al pie del sofá. Odio el tabaco.  Otros: La condena y el hambre La perra, el trombón y la noche Texto e imagen: Mario E.

Historia de las sillas

Silvio Rodríguez (Óleo: Gloria Abellán Romero) ____________ En el borde del camino hay una silla,  la rapiña merodea aquel lugar.  La casaca del amigo esta tendida,  el amigo no se sienta a descansar.  Sus zapatos, de gastados, son espejos  que le queman la garganta con el sol. Y a través de su cansancio pasa un viejo que le seca con la sombra el sudor. En la punta del amor viaja el amigo, en la punta más aguda que hay que ver. Esa punta que lo mismo cava en tierra que en las ruinas, que en un rastro de mujer. Es por eso que es soldado y es amante, es por eso que es madera y es metal. Es por eso que lo mismo siembra rosas que razones de bandera y arsenal. El que tenga una canción tendrá tormenta, el que tenga compañía, soledad. El que siga un buen camino tendrá sillas peligrosas que lo inviten a parar. Pero vale la canción buena tormenta y la compañía vale soledad. Siempre vale la agonía de la prisa, aunque se llene de sillas la verdad. Otras letras de Silvio:...