Imagen: El ciervo herido |
Arte poética
Ahora sé
que el poema, antes de ser las líneas trazadas
con prisa,
es la conversación en el café,
la sonrisa azul de Blanca Luz,
la muerte de este hombre,
el apretón de manos o la vida entre dos.
Ahora sé
que trazar estas líneas
no es
sino la forma última de hacer la poesía,
el último acto del poema,
la función de trasplantar la vida a la hoja.
La poesía empieza en todas partes
y termina siempre en los papeles.
La suerte está echada
Se acabaron los poemitas lacrimógenos
las noches de insomnio
los dos paquetes de cigarrillos al día
la falta de apetito
el mal humor
las miradas perdidas en el aire
detrás de moscas invisibles o musarañas.
Se acabaron los dibujitos abstractos
en el mantel con la punta del cuchillo
la palidez
los polvorientos sonetos con estambre al estilo de Navarro
las miradas ansiosas al teléfono
el mudo interrogatorio al cartero
A partir de hoy todo va a cambiar
¿Te fuiste con tus lindos ojos azules?
Mala suerte
Que te vaya bien
(y los hermosos ojos azules
te los puedes meter en tu inolvidable culo)
( Tomados de Esta forma de viajar sobre la tierra)
El corazón con que vivo
Ya qué emprendimos el viaje
¿a dónde vamos, camino?
¿A dónde quiera el destino?
¿Donde nos lleve el oleaje?
Para el viaje yo no traje
mucho más de lo que ves:
mis lentos, gastados pies,
estas manos con que escribo,
"el corazón con que vivo",
camino, y lo que me des.
Tomado de Facebook
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