El tipo: esbelto, treinta años, mochila, barba, gorra, ojos saltones... levanta de forma sincronizada los hombros y las cejas en un intento mudo de expresar: "No sé".
No veo el cartel puesto y hago un ademán de irme. Me detiene.
--Acere... No te vayas así, sin saber. Pregunta.
"Ok", le respondo.
--Buenas noches, ¿tienen café?
--No, no.
Miro al barbudo y también hago un gesto con mis hombros.
--Del carajo- me dice. Ellos están tomando café los cuatro. Qué descara'os son. Yo porque no tengo ganas. Si no me le quedara mirando fijo y le dijera: pero si tienes ahí, veo.
--Imagínate tú- le sigo la rima. Y eso que esto es 24 horas.
--Adáptate, chama- insiste mientras cruzamos la calle, justo antes de abordar un P-9. Tu sabes qué aquí to'el mundo es familia de Maceo... la tienen así.
(Para recibir más historias como esta suscríbete a nuestro canal de Telegram)
Comentarios
Publicar un comentario