Ir al contenido principal

"Díganme guajiro a mí", una décima en la madrugada.

 La "condena" de andar con los horarios corridos, escribir (vivir) de madrugada y maldormir con el sol afuera, dio pie a un pequeño orgullo durante esta oscura antesala del 18 de junio de 2020. 

Cuando a las cuatro y treinta y dos abrí Facebook, destino mediante, me encontré con este mensaje de mi querido y respetado profesor de PERIODISMO, Jesús Arencibia Lorenzo:

"Hola Mario. Vi tu décima guajira en Alma  Mater. Y me evocó estos versos de mi amigo y gran poeta tunero Argel Fernández Granado. No sé si los conoces, si no, aquí te los dejo... Un abrazo... 


"DÍGANME GUAJIRO A MÍ

"Díganme guajiro a mí,
que yo sí nací guajiro,
soy puro monte y no aspiro
a ser lo que nunca fui.
El lugar donde nací
se quedó en la lejanía,
pero allá voy cada día
cabalgando el pensamiento,
en busca de fundamento
verde de mi poesía.

"Díganme guajiro a mí,
que yo sí nací guajiro
y el sol con que yo me inspiro
siempre nace por Maisí.
Con la estrella de Martí,
que me sirve como guía,
me adentro en la algarabía
de urbes de asfalto y cemento,
con un estremecimiento
de jíbaro todavía.

"Díganme guajiro a mí,
que yo sí nací guajiro
y el aire que yo respiro
huele a machete mambí.
Toda el agua que bebí
fue de una cañada fría,
y el río, que me veía
cruzarlo a nado, contento,
me dio en su líquido aliento
los peces que concebía.

"Díganme guajiro a mí,
que yo sí nací guajiro
y cuando en derredor miro
pienso que nada perdí.
Todo del monte aprendí
como de la serventía,
con la ceiba y la baría
aprendí el canto del viento
y el buey, con su paso lento
me enseñó lo que sabía.

"Vivir es una porfía
de razón y sentimiento,
que en un viraje violento
de la ruta nos desvía.
Por esa extraña ironía
mi risa se hizo suspiro,
pero aquí estoy, no retiro
la palabra que ofrecí.
¡Díganme guajiro a mí,
que yo sí nací guajiro!"


"Los tomé del sitio de Ala Décima, que es un reservorio exquisito de información de esa estrofa que tanto queremos. Abrazo grande".

Pero resulta que el profe también es poeta. Entonces... aprovechando el momento y sin su permiso, he sacado del librero un fino volumen con el nombre de Tríptico del Padre.

En las páginas cinco y seis, bajo la rúbrica del orgullosamente pinareño, encontré esta joya...


"CÉSPEDES, PENUMBRA ARDIENTE"
 
"En cuanto a mí, soy una sombra que vaga pesarosa en las tinieblas". Carlos Manuel de Céspedes, (anotación en su último Diario).

"Pero jamás, en su choza de guano, deja de ser el hombre majestuoso que siente e impone la dignidad de la Patria". José Martí. 

Una sombra pesarosa
aún redobla en el ingenio. 
Sacude todo un milenio
de su modorra onerosa.
En el ojal, una rosa. 
Al cinto, diestro, la espada. 
En el revólver guardada, 
junto al trueno desafiante, 
cicuta para el instante
de la Patria traicionada. 

El puño de oro impoluto
en el bastón de carey
se funde a la recia ley
de la igualdad sin tributo. 
No hay hermano diminuto
de tamaña cofradía;
ni descanso en la porfía
paridora de la suerte. 
Un temblor de viva muerte
peina el monte todavía. 

Hombre y Dios al primer grito. 
Alteza en la austeridad
de trazar una ciudad
sobre el segundo infinito. 
Serás olvido en el rito, 
pero memoria dichosa
en la sangrante y hermosa
majagua de una gran cruz:
hacer de un golpe la luz
con tu sombra pesarosa.


Imagen: original de Vengo de pasada

Comentarios

  1. Gracias, Mario, por compartir con tan generosas palabras. Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Romance de la niña triste

Pensando en Raúl Ferrer... (Voy a aprender a escribir/ guajirita desdeñosa/para ponerte una cosa/que me da pena decir. / Qué doloroso sentir/  que llevo dentro un jilguero/ cantándome: —Compañero,/ toma lápiz y papel/ y escribe: “Guajira cruel,/ si no me quieres me muero”). Niña es la niña no inscrita En historietas de hadas. Niña se monta en el viento Y corre como las balas... Niña vive y libre vuela Sin necesidad de alas, Niña nada en lo profundo, Cerca de las mantarrayas Y se trepa por las sogas Sin imaginar las llagas Que después le han de salir En sus manos coloradas. Niña que juega a ganar, Va a jugar y solo gana, Niña, sonrisa de niña, Respira hondo y exhala  Niñez preciosa y robusta Que no cabe en una sala. Niña que al pasado mira Mientras al futuro clama Porque el presente se extinga Y le devuelva las alas, Para correr más que nadie, Para vestir batablanca Y sanar a cada niña Que tal cual ella se abata. Niña allá en el horizonte En los gajos de las matas...

La saeta

Imagen: 123RF Dijo una voz popular: «Quién me presta una escalera para subir al madero para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno?» Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos siempre con sangre en las manos siempre por desenclavar. Cantar del pueblo andaluz que todas las primaveras anda pidiendo escaleras para subir a la cruz. Cantar de la tierra mía que echa flores al Jesús de la agonía y es la fe de mis mayores. !Oh, no eres tú mi cantar no puedo cantar, ni quiero a este Jesús del madero sino al que anduvo en la mar! ( Antonio Machado ) Recibe nuestras crónicas y poemas a través de Telegram  

Comer mierda con la poesía

Por Mario Ernesto Almeida Los actores, pude ver, son un poco comemierdas con la poesía. Les interrumpen una puesta en escena y, cuando logran volver a las tablas, aunque hayan transcurrido años, retoman la obra por donde mismo los obligaron a dejarla. La poesía, a veces, son esas pequeñas comeduras de mierda, mierda que marca y mitifica. Quizás se encuentre ahí la causa de que mierda le deseen, incluso en demasía, a todo el que está a punto de abordar un escenario. No hay tablado sin poesía y cuando lo hay… es muy probable que no valga la pena. Cuando se sube hay que llevarla a cuestas sin importar lo que se vaya a hacer allá arriba: Ballet, música, cualquier otra danza, teatro… Si no vas a leerle un poema a la gente, no te subas. Si no vas en busca de la mueca en los rostros –no con la vanidad de verla, sino con la vocación de servicio que constituye provocarla–, mejor no salgas del espejo de tu baño. Sobre las tablas hay que provocar preguntas, hacer pensar, reír, llorar,...